Suspirando...

Dejá de buscarle una excusa a todo. Dejá de creer que tenés tiempo. Dejá de buscar en dónde crees que perdiste. Dejá de intentar llenar vacíos con cualquier cosa. Dejá de mentirte. Dejá de jugar a las escondidas con tu vida. Dejá de mirar para otro lado que no sea adentro tuyo. Dejá de ponerle fecha a tus sueños y hacélos. Dejá de postergar el viaje que querés hacer hace mucho. Dejá de pedirle deseos a las velas de una torta sin vida. Dejá de llorar y echarle la culpa a la cebolla. Dejá de decir que sí cuando querés decir que no. Dejá de insistir. Dejá de preocuparte. Dejá de tener miedo al amor. Dejá de pensar que mañana vas a estar. Dejá de mandar indirectas y hacela corta. Dejá de hacer planes para un futuro. Dejá de postergarte. Dejá de hinchar las bolas, ya está, ocupate de vos, de lo que sentís, de lo que querés, que acá estás, HOY, leyendo esto, vivo, respirando... ¿Qué más esperas? Dejá de soltar y agarrateeeeeee. SÍ, agarrate bien fuerte...

Y así fue como de un día para otro no supe más de vos... 10:14 am de un martes de Agosto. Se terminó la conexión, las palabras, el cariño y yo. Ni un adiós de por medio, sólo s i l e n c i o . Sólo eso y quedé sorda. ¿Cómo le explico a mis sentimientos tu ausencia repentina? Te extinguiste y yo también. Pero ahora entiendo que no fue de un día para otro. Todos sabemos cuando algo se está por terminar, sólo que nos hacemos los boludos para no dar el último tiro que ponga fin a la especie. Así y todo, todavía me pregunto (y te admiro por esto), ¿cómo hiciste para darle justo en medio de la cien a esta historia? Miles de kilómetros de distancia y le diste justo ahí, donde sabías que lo matabas sin revancha. Un martes como cualquier otro, a las 15:14pm. Y le pongo fecha como para poner un punto final, pero la verdad es que me quedaron tantas cosas sin decir, tantas cosas por sentir y es sábado a las 21:20pm. Tal vez en otro uso horario, entienda el motivo de un adiós...

De qué me sirve que cumplas una promesa que ya rompiste? De qué me sirve que hagas algo por "compromiso" y no porque lo sientas? De qué me sirve que intentes arreglar algo que nunca se rompió, poniéndole baches a algo que por si sólo ya era hermoso, así roto y todo? De qué me sirve que juegues a quererme cuando en vez de sentirte cerca, hacés que te sienta más lejos? De qué me sirve que alargues el tiempo si los dos sabemos a despedida? De qué me sirven las palabras de amor si las disfrazaste de miedos? De qué me sirven tantas noches de insomnio si dormís en otros brazos? De qué me sirve esperar un futuro si en el presente no estás? De qué me sirve quererte si no puedo hacerlo? De qué me sirve tanto silencio si por dentro estoy gritando que te extraño? De qué me sirve tanta distancia si la conexión no distingue kilómetros? De qué me sirve tanto amor encajonado? De qué me sirve tanto pensarte, tanta ilusión? Explicame de qué me sirve y de qué te sirve todo esto a vos. 

Hace tiempo transito un nuevo camino, una nueva forma de pensar, de vivir y de ser. Hace tiempo que dejé de creer en ciertas cosas y he empezado a creer en otras. Hace tiempo que no soy la misma y a veces ni yo me reconozco. Hace tiempo que dejé de hacer cosas por obligación, por quedar bien, por agradar. Hace tiempo que digo lo que pienso sin importarme las consecuencias. Hace tiempo que entiendo que todo lo que nos molesta de otro, es más mío que del otro, por eso no me ocupo de lo que pueda molestarle de mi al resto, es su problema, yo sólo soy un simple espejo. Hace tiempo que me guío por mi instinto y mi intuición, siempre me llevan al lugar donde debo estar. Hace tiempo que pongo el corazón por delante siempre aunque esté tan roto como tantos, lo tengo para usarlo, no para dejarlo de exposición como un premio, así que no importa qué tanto más se pueda romper, mientras siga latiendo, sigo viva. Hace tiempo que saqué los prejuicios de mi mente, de cualquier tipo, porque ent...

439 mensajes destaqué de lo que decías sentir. 439 de miles. Decime dónde me meto esas palabras o dónde te las guardaste vos porque a mi no me entran en el tacho de la basura y yo no las quiero más en el cajón. Llevatelas a todas, a todo y a mi. Ya no quiero nada que te hagan aparecer ni en mi lista de reproducción. No quiero porque te quedó grande tanto amor y ya no estoy para pequeñeces. Merezco más que 439 mensajes de amor. Y no me vengas con excusas, que el amor acá es todo menos duda. Guardate las palabras y las canciones y cada vez que te acuerdes de mi, 439 veces pensá antes de volver a escribir. 

No miras el cielo porque lo tenés siempre a la vista, te acostumbraste a que siempre está. Y así con lo cotidiano de tu vida vas, sin mirar o mirando sin realmente ver. Los momentos, los instantes, la grandeza en todo, en la simplicidad, como la comida de tu vieja, tu perro moviendo la cola, la birra con tu amigo, un te quiero, un abrazo, o sólo respirar...Y te acostumbraste a valorar, cuando los momentos se convierten en recuerdos, cuando ya no están. Como si el cielo fuese siempre el mismo, como si vos fueses el mismo, así vas...

La gente tiene miedo a romper sus estructuras, a salirse de su zona de confort, a animarse a hacer lo que tanto quiere, a soñar y cumplirlo, tiene miedo a ser querido porque eso conlleva que se desestabilice su mundo interno y pase a convertirse en algo más. La gente no está preparada para los cambios y menos para recibir afecto porque cree que eso los va a lastimar. Pero a los locos nos importa una mierda todo eso y vamos por la vida como un rayo rompiendo todo, los miedos, las barreras, los planes, los qué pasará si...No pensamos, actuamos, sentimos y no medimos consecuencias. A los locos nos mueve una energía que es impredecible y difícil de esquivar. Nos mueve el amor y de eso no se escapa aunque nos pongan un chaleco que nos deje quietos. 

No me enamoré de vos, me enamoré de lo que me hacías sentir, de la persona que me convertí estando con vos, del reflejo que veía, de mi sonrisa, de mi cariño. No me enamoré de vos, me enamoré de mis defectos que eran cada vez menos, me enamoré de tus silencios que a mi me gritaban, de tus dudas que se convertían en certeza para mi. No me enamoré de vos, me enamoré de mi y de descubrir que tengo tanto amor adentro para dar que no es para cualquiera. Y no era para vos, era para mi. Y te agradezco por haber sido el espejo que me recordara que el amor fluye desde uno hacia el mundo y allá vos si lo recibís o no. Soy lo que doy y no tengo más que esto, mi alma al descubierto. Me enamoré de mi gracias a vos. 

A veces, es mejor perder la razón que el corazón y nunca fui buena jugando ese juego. Me voy, porque entiendo que estoy llegando a un lugar que aún tiene huellas viejas. Me voy, porque no hay montañas rusas que vayan despacio y a mi me gusta ir volando. Me voy, porque no puedo frenar de golpe sin hacerme mierda contra el vidrio. Me voy, porque te veo y no quiero irme. Me voy, porque tus brazos son el refugio perfecto para quedarme pero son sólo eso, un refugio...que me aleja de ser quien soy o quien era (a esta altura es difícil saberlo, ya estoy lejos). Me voy, porque no sé quedarme quieta, esperando y hace tiempo no sé hacerlo. Me voy, porque la incertidumbre me lleva a otro sitio. Me voy, sin decir ni una palabra porque no hace falta donde abundan sentimientos. Me voy, porque es mejor perderme que encontrarte. Me voy, porque necesito respuestas y no tantas preguntas. Me voy, porque la ilusión me llegó al cuello y me estoy ahogando. Me voy, porque necesito seguridad y no tanto bard...

Me gusta leer mis textos viejos. Me reencuentran con mi yo de hace un tiempo y me sorprendo. Puedo ver el camino de allá hasta ahora y son kilómetros de distancia. Kilómetros de los buenos, con mucho bache y lindos paisajes. Y en ese camino (que no se cuál es hasta el día de hoy) se unen esas dos personas y se reencuentran con otras versiones de mi, haciendo de esto que soy, un continuo viaje de aprendizaje.

A veces me cuesta decir las cosas, hablarlas, porque le tengo que poner palabras a los sentimientos. Por ejemplo, explicarte lo que significa el simple hecho de darle la mano a alguien, para mi es mucho mucho más complejo. Para mi, darle la mano a alguien es conectar con el alma de la otra persona, es darle un pedacito tuyo y todo a la vez. Es a través de ellas que dos cuerpos se conectan y se funcionan. Es confianza y seguridad. Es decirle al otro 'acá estoy' todo va a estar bien. Es construir un camino. Es acompañar. Es estar dispuesto. Darle la mano a alguien, es sólo un simple hecho para muchos. Para mi, es eso y mucho más. Pero para que lo entiendas, tuve que ponerle un montón de palabras a algo que se siente. Por eso no hablo, por eso siento.

El pensar que podemos atraer lo que deseamos, nos lleva a un grado de insatisfacción en el cual no aceptamos la necesidad verdadera ni nuestra naturaleza completa del SER. Porque somos TODO y nada ni nadie nos puede dar lo que ya tenemos. Sólo hay que asumir que en nuestro momento presente nos sentimos vacíos y al ver ese vacío, darnos cuenta que no hay NADA, y la nada no se llena. Por ende, no existe tal necesidad ni mucho menos nada que atraer.

Somos. Eso y todo. Eso y nada. Contemplando la experiencia de SER. Viviendo en una parte de... Experimentando. Vibrando en diferentes niveles. Creyendo. Soltando. Aprendiendo. Tanta vida. Tanto cielo. Tanta tierra. Tanto... Insignificante pertenencia. Eternos infinitos. Reviviendo. Despertando. Conectando las versiones. Uno es todo. Todo es nada. Nada es uno. Uno es NADA. Y en el vacío me lleno.

Es curioso que te conozca a vos que estás leyendo esto y que no conozca a mis vecinos de al lado. Estamos desconectados como personas de este mismo mundo. Y sin embargo vivimos atados a la nueva era, que nos acerca de quiénes están más lejos y nos aleja de los que tenemos al lado. Como ahora, que estás leyendo esto y el que está al lado tuyo, está con su teléfono también. Me parece que es hora de conectar el wifi universal de las personas y conocernos. 

Todo pasa en el momento justo. Ni antes. Ni después. Ahí. Ahora. Y preguntarse por qué no antes. Es negar el momento presente. Es vivir en un estado permanente de inconsciencia. (In) consciencia. Descubriendo que sólo ahí puede estar la respuesta a tus preguntas. [Adentrotuyo] ¿Y si así y todo no lo vemos? Nuestra realidad, sólo en el presente, nos lo muestra, repetidas veces. Abrir los ojos, exponerse a la verdad. A tu verdad. Sin cuestionar otro tiempo. El tiempo es sólo una invención entre lo que nos hubiese gustado que fuera y lo que creemos que puede llegar a ser. El tiempo simbólico. El único Real, es YA. Por eso, todo lo que pasa, es perfecto mientras sucede.

Tengo la suerte de poder hacerle caso a mis sentimientos. Tengo la suerte de poder hacerle caso a mi cabeza. Tengo la suerte de poder ELEGIR. Habías pensado en eso? Poder E L E G I R. Todo el tiempo, a cada momento. Cuánta gratitud. Cuánta alegría. En el poder... Y qué hermoso es el placer de COINCIDIR con que otro pueda también. Aunque ese también, a veces, no sea en el instante. 

Me gusta la gente sincera, la que va de frente, la que no inventa excusas y sabe decir que NO. Me gusta la gente que se la juega, que la pelea, que no le importa lo que los demás piensen y hace lo que siente. Me gusta la gente que tiene respeto por el otro y no lo juzga. Esa gente que te hace reír y que dan todo sin esperar nada a cambio. Me gusta la gente que sorprende, que juega y que se divierte con cosas simples. Me gusta la gente a la que miras a los ojos y se les ve el alma. Me gusta la gente que es como es sin caretear y que se alegra por los demás. Me gusta soñar con esa gente porque está en peligro de extinción.

Mi fuego es ciego y torpe. Va sin dirección y sin mirar atrás. No tiene límites y puede encender hasta la rama más verde que hay. Mi fuego es así de impulsivo y lo que toca, lo transforma. Y así de rápido también se disipa, como yo, que con el viento a mi favor, me dejo llevar dejando atrás las cenizas de un momento. Vuelvo a mi agua, en calma, respiro y me quedo. No pienso, sólo siento. Y en mi sentir, ese fuego ya cambió lo que en un principio supo ser y ya no es. Por suerte en el agua, veo bien.

La luna a éstas horas está hermosísima, gigante, llena de luz y no puedo dejar de mirarla ni de pensar ni de sentirte a vos. Le pregunto a ella cómo estás, tal vez su otra parte puede verte de la manera en la que yo no puedo. Y le digo que te susurre al oído mientras dormís, cuánto te extraño. Por mientras, suena the blower's daughter y te siento más cerca, como si los kilómetros no existieran. Aunque cuando dejo de mirarla, la distancia más grande que hay es la del abrazo que no te estoy dando en este momento. Nos reímos juntas y cantamos a los gritos con la música I can't take my mind off you. Y aunque la canción terminó, tampoco puedo hacerlo, porque ya no estás sólo en mi mente, es como si estuvieras adentro mío y ni yo lo entiendo, y sin siquiera haberme tocado, me quemas, me ardes. No sé de mañana, pero sé que hoy, estás acá, conmigo y me haces bien. Tengo un único miedo y es perderte, aunque también acepto que ese miedo puede hacerse realidad. Y si así fuera algún d...