Un adiós sin pronunciar...

Si lo ven, diganle que me hubiese gustado que me explicara el motivo de sus silencios, de su desinterés y su adiós sin pronunciar.
Si lo ven, pregúntenle qué pasó entre ayer y hoy.
Si lo ven, háganle saber que me dolió (y aún lo hace) pero que lo quise y lo sigo haciendo.
Si lo ven, abracenlo fuerte y despidanse por mi.
Si lo ven...
Sólo si lo ven.
Diganle que me quedaron cien mil cosas más por decir.
Y aunque no pudo ser, lo que fue, fue real.
Lo sentí y él también.
Diganle que recuerde eso cada vez que piense en mi.
Sólo si lo ven...
Diganle que espero que sea muy feliz.

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