VICIO

Te escribo sin pensarte.
No te extraño.
No te necesito.
No te quiero.
Fuiste un gran compañero durante muchos años. Pero así como otras tantas cosas, tuve que dejarte atrás.
No era algo que quería, era algo que tenía que hacer.
No fue fácil, lo admito.
Los primeros días fueron terribles para mi. Pensé que podía reemplazarte con algo más y más de una vez quise volver a buscarte.
Por suerte, fui más fuerte que todo. Me repetí más de una vez que NO y el tiempo logró darme tranquilidad.
Estuve mucho tiempo pensando en que esto iba a ser lo mejor y me convencí de eso.
Y así fue, estoy muy feliz. Fue una de las mejores decisiones que he tomado en la vida.
Desde que no estoy con vos, he recuperado mis sentidos, me siento más viva y he logrado cosas que antes no podía hacer. Te voy a seguir viendo, lamentablemente, en otras manos, destruyendo otras vidas. Y espero que también te dejen y se den cuenta que sos un mal innecesario.
No te preocupes por mi, voy a estar muy bien sin vos.
No te extraño.
No te pienso.
No te necesito.
Y me da placer haberte dicho adiós...
Querido y detestable cigarrillo.