Suspirando...

Cuando decidí iniciarme en Reiki tenía mucha curiosidad y empecé a entender que más allá de la vida que llevamos diariamente, había algo mucho más importante por lo que tenía que ocuparme y eso, era YO. Ese interior tuyo que necesita atención y cuidados y que, en definitiva, es lo que hace que el resto funcione bien. Para mi y para muchas otras personas, el Reiki es otra manera de entender la vida, es dar y recibir, es energía vital que se siente, se respira y se emana. Ayuda a sanar emocional, física y espiritualmente. Se deshacen los bloqueos de energía estancados en el cuerpo, devolviendo el equilibrio y ayudando a entender la situación que provocó ese bloqueo. El Reiki es amor hacia nosotros mismos y hacia los demás. Cuando gestionás los pensamientos y emociones y resolvés los conflictos pendientes de la vida, te liberás de esa carga que te no te deja avanzar, que te genera insatisfacción y es ahí, en ese momento, cuando empezás a sentirte verdaderamente libre y responsable de tu p...

¿Desde cuándo empezaste a jugar ese juego malicioso? ¿Desde cuándo te apartaste de las realidades de los sueños? ¿Desde cuándo dejaste de perseguir a tu sombra? ¿Desde cuándo dejaste de levantarte ante una pequeña caída? ¿Desde cuándo no observas el cielo y suspiras profundo? ¿Desde cuándo no sonríes por nada? ¿Desde cuándo ignoras los sentimientos? ¿Desde cuándo te volviste tan superficial? ¿Desde cuándo dejaste de ser caperucita y te convertiste en el lobo? ¿Desde cuándo ser feliz es una opción y no una forma de vida? ¿Desde cuándo se pide permiso para enamorarse? ¿Desde cuándo la razón manda al corazón? ¿Desde cuándo hablar de sentimientos se volvió una palabra prohibida? ¿Desde cuándo el mundo se volvió tan loco? ¿Desde cuándo dejamos que nos pasen por encima? ¿Desde cuándo la violencia es costumbre? ¿Desde cuándo la inseguridad es normal? ¿Desde cuándo tenemos miedo? ¿Desde cuándo me dejo de fallar la memoria cuando se trata de olvidar? ¿Desde cuándo estar lejos es estar? ¿Desde c...

Simplemente no soy de este mundo y quizás no soy de alguno que se conozca. Este mundo es un imaginario de la mente colectiva y el mío es imposible de explicar. Quizás los colores son los únicos reconocibles y no podría saber cuál es cuál. Nose como volver cuando estoy ahí, nose cómo me voy de éste, pero sé que existe un más allá que quiere enseñarme más sobre lo terrenal. Y quizás de tantos viajes que haga, no vuelva. Por eso no le temo a la muerte, por eso me alegro y vivo. No existe tal cosa. Esto es sólo un holograma de la supervivencia de este plano existencial. Aquél lugar es un sueño, es magia. Voy y vuelvo. Quizás para entenderme, quizás para nada, quizás para mucho. En ese mundo de nadie, donde se encuentran todos y ninguno. Donde las lenguas son mixtas y completamente entendibles. No soy de acá y mis palabras vienen de muy lejos. No intentes comprenderlas (a veces ni yo lo hago), sólo el día que te toque irte tendrás las respuestas, aunque sea demasiado tarde. Me...

¿Cómo fue que mentiste mirándome a los ojos? ¿Cómo hiciste para plantar ilusiones en un campo que estaba estéril? ¿Cómo hiciste para crear un mundo de fantasía con colores blanco y negro? Cómo supiste ser lo que no quería y lograste ser más de lo que esperaba? ¿Cómo te atreviste a jugar al ring raje si te deje la puerta abierta? ¿Cómo lograste convertirte en alguien especial y detestable? ¿Cómo conseguiste tener lo que querías sin armas? ¿Cómo fue que el día se hizo noche? ¿Cómo hiciste para cambiar los cuadros de lugar sin que me diera cuenta? ¿Cómo llegaste tan lejos sin ir a ningún lado? ¿Cómo fuiste y volviste sin haberte ido nunca? ¿Cómo me dejaste avanzar si no había salida? ¿Cómo llegaste y porque te quedaste? Y ahora me pregunto... ¿Cómo me voy? Y sólo te digo... MORITE DE AMOR, CAGÓN.

¿Por qué será que los tiempos de hoy van tan acelerados? ¿Por qué será que ya las personas no se dan la oportunidad de conocerse? Todo es rápido, todo es corto, nada dura lo que debería y todo dura más cuando se trata de un error. ¿Será que la vida realmente es tan corta como para no permitirnos disfrutar de las cosas simples? ¿O seremos los humanos que vemos sólo lo superficial? Existirá ese momento en el que elevemos nuestras almas y veremos todo desde arriba. Nos daremos cuenta de lo equivocados que estábamos al manejar este mundo con codicia, ambición, destrucción, mentiras, engaños, falsedad. Un mundo en el que las relaciones se manejan por chat, en el que las manifestaciones terminan con violencia, en el que ser feliz es directamente proporcional al sueldo que ganás, en el que el poder se usa para destruir y no construir, en el que nos quejamos por nada y sonreímos por menos, en el que no apreciamos los sentimientos verdaderos, en el que un "like" puede más que un ...

Me iré y te irás y quizás no recuerdes las promesas que nos faltaron cumplir. Me iré y no habrá marcha atrás, te irás y dejarás el recuerdo. Me iré por los dos para buscar otros lugares por conocer. Te irás y recorrerás mil caminos más. Me iré y te irás detrás de lo que nunca llegaste a conseguir y yo detrás de algo que no supe tener. Nos iremos, dejaremos todo, incluso nuestra mirada se hallará perdida. Es lo mejor. Este laberinto de preguntas inconclusas y respuestas dadas a media, ya me terminó de marear. Me iré para seguir, te irás para continuar. Me encontraré sola en el campamento con aquello que no pudimos disfrutar. Te sentarás en la copa de aquél árbol caído y observarás como de a poco me alejo. Nose si extrañarás lo que no fuimos, yo voy a extrañar lo que fue. Preguntarás por mi y nadie podrá responder lo que ni yo se decir. Sabré de ti a través de las redes invisibles que alguna vez conectaron nuestras almas y así sabré que lo mejor fue despedirnos. Me iré y te...

Entre blanco y negro, entre el bien y el mal, entre el día y la noche, entre lo que queremos y lo que podemos. Entre ser y estar, entre hacer y dejar, entre querer y amar, entre sonreír o llorar. Estamos todo el tiempo eligiendo esto o aquello. Dejar de preocuparse por si las cosas no salen cómo querían, dejar de pensar qué puede pasar o de señalar con el dedo las decisiones que otra persona aún no toma. Dejar de quejarse y agradecer más. Dejar de crear rivalidades absurdas entre una cosa y otra y unirlas para construir algo mejor. Entre el ayer y el mañana estamos todo el tiempo y nos olvidamos de vivir HOY. Creo que todo cambio es bueno, aunque a veces genere rechazo, creo en las sorpresas que te desconciertan y cambian el rumbo, creo en las verdaderas sonrisas, ésas que salen del alma. Creo que el amor puede hacer milagros, creo (o quiero creer) que todavía existen personas buenas, creo que con una sonrisa todo se dice mejor. Creo en muchas cosas, en el destino, en la vida, en ...

Justo ahora cuando empiezo a quererte, desapareces. Justo ahora que imagino cielos de colores, sólo pintas cuadros blanco y negro. Justo ahora que espero una respuesta, sólo hay silencios vacíos. Justo ahora que me estoy yendo, vuelves a aparecer. Justo ahora que me sobran ganas de ir a buscarte y muy pocos motivos para hacerlo. Justo ahora cuando casi estoy por dormir, me desvelo con pensamientos. Justo ahora que no es el momento de nada. Justo ahora que te empiezo a extrañar. Justo ahora, sí. ¿Por qué?

Escribir me lleva a otras realidades, otros mundos. Como ése, por ejemplo, tan diminuto y colorido. Ése que está bastante lejos pero al que llegas cerrando los ojos, tomándote el subte. Ése en el que no necesitas llaves para entrar a ningún lado, ni hay rejas, porque si entraste ahí, alguien te dejó pasar y confió en vos. Ese mundo en el que se escuchan melodías todo el tiempo, sin descanso al ritmo de un tic tac. Ese mundo en el que no se duerme pero sí se sueña. Donde no todos llegan y muy pocos conocen. Donde ser feliz es un mandamiento y la paz es su bandera. Aquél mundo en el que existen infinitos sentimientos. Ése que algunos dibujan con forma de corazón, ese mundo, es mi tesoro más valioso. Y escribir me hace ir hasta él...

Me gané el día que acepté quién era, el día que me perdoné y dejé de culparme por los errores que cometí. Ese día (quizás fueron meses o un año) me di cuenta que adentro mío existe un ser que desconocía. Aprendí a respetarme, valorarme, quererme y ser feliz. Recorrí mil caminos (y lo sigo haciendo) y en cada uno de ellos descubrí verdades y mentiras sobre mí. Crucé muchos puentes para conectarme con mi yo interior. A veces, tuve que parar para observar mi alrededor. Disfruté de cada amanecer y puesta de sol. Tropecé y caí más de mil veces pero siempre seguí a pesar del raspón. Esquivé obstáculos que me parecían absurdos y tomé atajos para llegar más rápido. Me dolieron mucho los pies hasta que aprendí a volar. Fue (y es) un proceso largo que hay que enfrentar pero si hay algo de lo que estoy segura es que todos los días me gano en una nueva carrera y vuelvo a ser feliz. Me gané el día que dejé mis miedos atrás. Ese día que decidí no preocuparme ni enojarme. El día que apr...

Porque estas vivo, porque tenes salud, porque salió el sol, porque tenes a alguien que te quiere, porque podés soñar, porque el momento es ahora, porque mañana no sabes que va a pasar, porque tenes una oportunidad, porque de los errores se aprende, porque la felicidad está en vos, porque es un gran día, porque podés, porque es gratis y no hay mayor satisfacción y curación para el alma. Sonreí porque sí, todos los días de tu vida.

Podría jugar tu juego, aceptar tus reglas y dejarme llevar. Podría también oponerme y no querer arriesgar. Podría soportar una caída o la podría evitar. Podría quererte y también odiarte. Podría sentirme segura y a la vez muy débil en tus brazos. Podría escaparme un rato de la cordura y sólo vivir en tu locura. Podría dejar de pensar o tal vez sólo de sentir. Podría planear un mañana o sólo disfrutar el hoy. Podría permitirte que me quieras o sólo hacer que me olvides. Podría hacer de cuenta que no existes o aceptar la realidad. Podría batallar con mis preguntas o sólo escuchar las respuestas. Podría no importarme o ser lo único en lo que piense. Podría suceder o desaparecer. Podría ganar o perder. Podría ser un inconsciente o un cagón... Batallas infinitas entre los dos.

Porque una vez que desplegué mis alas nada volvió a ser igual. Sentada en una nube observé lo chico que es el mundo y lo quieto que estaba. Comencé a ver la vida de otra manera, desde otra perspectiva, valorando hasta el más mínimo detalle porque cuando uno vuela, todo va rápido, muy rápido. Vi mil salidas y puestas de sol por minuto. Y así de rápido se nos pasan los días, los meses, los años , la vida misma. No comparto la idea de tener los pies sobre la tierra porque volando siento el aire, siento la vida, siento mis sueños, puedo ir más rápido detrás de ellos. Mis alas me han permitido la libertad de ir a donde quiera, de ver mucho más allá de lo que ven mis ojos y de sentir con el alma cada segundo... Y aunque hace poco emprendí este vuelo y me queda mucho por andar, de algo estoy segura...la tierra no la vuelvo a pisar.

Suelo escuchar muchos comentarios de la gente sobre la vida que llevan, sus penas, sus desgracias, sus problemas, sus desamores, sus tristezas… Y me apena mucho realmente que no puedan entender el verdadero significado de las cosas de la vida, de ESTA vida. Me gustaría poder decirles que todo es por algo y para algo sin que suene como una frase trillada, una frase de consuelo que solemos repetir a diario. Pero es que para mí, no hay nada más cierto que eso. Si todos entendiér amos el porqué y para qué de lo que pasa, no desperdiciaríamos tiempo lamentándonos por lo que no paso o lo que podría haber sido. No estaríamos juzgando las acciones del resto ni mucho menos criticando el actuar de gente que solo hace lo que tiene ganas. Desearía que este mundo se manejara por los sueños de cada uno, por lo anhelos que tienen y no por los prejuicios de una sociedad que no sabe más que señalar con el dedo por hacer algo que no va acorde a sus pensamientos. Desearía que se respetara e...

¿Quién dijo que soy grande? ¿Quién quiere serlo? ¿Quién quiere dejar la inocencia, la sonrisa impecable y los ratos eternos? ¿Quien quiere dejar de soñar con cosas increíbles e imaginar castillos de arena con laberintos infinitos? ¿Quién quiere dejar de comer tantas golosinas hasta que le duela la panza? ¿Quién no quiere jugar en el barro y llegar muy sucio a casa con manchas de que ese día fue in creíble? ¿Quién quiere dejar de jugar a la mancha, la escondida o al fútbol en el barrio con dos piedras como arco? Y pensar que cuando era chica, quería ser grande. Y ahora que lo soy, me doy cuenta que nunca voy a dejar de ser niña y de soñar, soñar con el mejor mundo que existe, soñar con el amor, con un amor de esos que te estrujan el alma. No voy a dejar de creer que me van a salir gusanos en la panza de comer dulces, no voy a dejar de jugar a la mancha con los problemas ni a las escondidas con la verdad, no voy a dejar de apreciar lo sencillo y simple de la vida y mucho m...

Amo el amor en todas sus formas y dimensiones. Creó en él, en el verdadero, en el de novela, en el amor de cuentos. Y como no amar al amor si lo único que puede darte es satisfacción? Enamorada de la vida, del poder que genera el dar sin esperar nada a cambio, de entregar todo, de desnudarte el alma. Enamorada de vivir en la plenitud de confiar a ojos cerrados en lo que sentimos, en lo que pasa, en lo que soñamos. Amo el amor porque no podría vivir de otra manera, no podría ser feliz si no amara y si no amara el poder despertarme todos los días con la idea de construir un mundo mejor, en el que la sonrisa sea lo único que exista. Amo la luna y todas sus facetas porque es como el amor, cambiante, pero siempre, siempre está ahí. Enamorada de sentir que no se necesita mucho, que con cosas simples y sencillas uno puede encontrar la plenitud. Enamorada de creer que todo llega en el momento justo y en el lugar indicado. Amo ver el amor en otras personas, de igual a igual. Am...

Te busco por las calles, por los edificios y en el reflejo de cada ventana.. Te busco por tierra y por aire, incluso dentro de cada charco de agua. Te busco en el día y en la noche, hasta en mis sueños y mis pesadillas. Te busco en una fotografía y en un recuerdo de mi subconsciente. Te busco cuando te vas y cuando llegas. Te busco en el sol y no te encuentro, me encandila. Te busco, te busco y... Te busco aún en los lugares que visitábamos, te busco en los que no alcanzamos a ir. Te busco en relatos y mensajes viejos. Te busco sin querer encontrarte. Te busco adentro y afuera. Te busco en el olvido y te busco sin saber quien sos. Te busco en todos los sitios permitidos y cruzo carteles de "prohibido pasar". Te busco cuando oscurece y en las primeras horas de la mañana. Te sigo buscando en la consumición de mi cigarrillo y en la espuma del café. Te busco cuando sonrío y cuando alguna lágrima se derrama por ahí. Te busco sabiendo que a veces te disipas. Te busco en el día a ...

Un día supe que con esa mirada ya no iba a ser la misma. Desde ese momento, tuve la leve sensación que no sería fácil irme, hablar, ni mucho menos moverme. Luego, un susurro me dijo al oído que estaba en lo cierto, y en un principio creí que sólo era una ilusión y que ya iba a terminar. Transcurrieron los días en su curso normal, hasta que de nuevo esos ojos se cruzaron con los míos, pero ésta vez pronunciaste palabras que no escuché y me atravezaron el alma. Empecé a temblar y no sabía qué decir. No sabía si la volvería a ver. Cuando pude recobrar la postura, me animé a averiguar qué era aquello, de dónde venía todo eso, pero nuevamente estaba ya muy lejos. Desanimada esperaba encontrarte en algún sueño, en el reflejo de mi café o de alguna vidriera que visitaba. No estabas. Tuve que irme de nuevo para encontrarte. Ya no eran sólo ojos y palabras, ahora me tocabas como el viento y eso fue, un instante de locura que no tenía explicación, no sabía que pasaba. Encendí un cigarrillo y en ...

Y nos perdimos más de mil veces por querer encontrarnos de nuevo en un abrazo, una caricia. Nos perdimos porque no encontramos el valor de enfrentar los sentimientos y los hicimos a un lado, una vez más. Nos dejamos ir porque buscábamos en la esperanza rota, retazos de lo que alguna vez nos sacó una sonrisa. Nos despedimos cientos de veces por no querer soltarnos las manos definitivamente. Nos lastimamos con palabras de mentira sólo por no poner sobre la mesa nuestros corazones. Nos dejamos ir por las habladurías de la gente que no entienden (y nunca entenderán) que esta relación va más allá de todo. Hicimos cosas sin sentido sólo por no saber qué hacer cuando no coincidimos en tiempo y espacio. Tomamos decisiones que afectaron nuestro presente y aún más nuestro futuro, uno que ya no existe. Nos ilusionamos con nuevas personas sólo por creer que ahí estaría el sentimiento que teníamos guardado, sabiendo incluso que eso también sería una farsa. Dejamos de sentir para raci...

Disfruta lo que tienes hoy, mañana quizás no lo tengas. Sonríe aunque tengas ganas de llorar, sos fuerte. Sueña. Enfrenta tus miedos, no pueden lastimarte si no lo permites. No te des por vencido, lucha, vale la pena hacerlo. Ama sin recompensa. Vive tu vida sin importar lo que opine el resto. Crea el cambio que necesitas. No mires atrás, ya no sos la misma persona. Comete errores y aprende de ellos. Pide perdón, te hace más humano. Levantate y anda con la cabeza en alto. Nadie más que vos puede hacerte feliz, porque es una decisión y día a día tienes que recordarlo.

¿A dónde habrán ido todas esas mariposas que revoloteaban felices? Alas sin vuelo, colores opacos, estáticos, quedaron herméticos en el tiempo. Hábitos obtenidos que se estancaron en ese lugar. Canciones que se repiten en el reproductor una y otra vez. Ropa tirada en el suelo, sucia, por toda la habitación. Un cuadro escondido en el cajón de los objetos perdidos. Una foto vieja que espío de vez en cuando para no olvidarme qué fue lo que me hizo sonreír aquella vez. Flores que no necesitan más que agua. Un peluche lleno de polvo en el sillón. La televisión sin volumen. Música de fondo. Un cigarrillo apagado en el cenicero de corazón. Mil almohadas. La ventana abierta a la mitad por si llego a verte. Perfume en las sábanas. Todo en este cuarto refleja los recuerdos vivos de una costumbre incontrolable que me hace extrañarte... Aunque nose si a vos o a mi misma, mi anterior yo. Sólo se que a veces esas mariposas vuelven queriendo encontrar la palabra AMOR. 

Vos, yo y este café interminable que ya se enfrió. Sentados en este bar, mirando hacia la nada observando como el cielo va cambiando de color con el pasar del día. El reloj de arena lo dimos vuelta mil veces, los granitos parecen haberse cansado. Y como si fuese una tuca añejada con el tiempo, nos volvemos locos. Queremos salvar a esta taza suicida que está a punto de tirarse de la mesa. Pero esta mos quietos, como si moverse nos fuera a lastimar, un solo paso y nos caemos. El mozo nos trae la cuenta y era interminable... Tantas cosas por cambiar, por resolver, por discutir, por empezar, por continuar, por terminar. Pero nadie quiere tomarse ese café que te congela la sangre de sólo mirarlo, sentir el sabor amargo de la soledad. Nadie quiere tener frío el corazón. Optamos por pagar a medias y seguir el camino a casa, separados y de la mano.

Imagen de http://somnolenciadiurna.blogspot.com/ Y a veces voy a mirar en otra dirección, giraré para espiar que haces. Y a veces seguire sin darme vuelta, no porque dejó de importarme, sino porque necesito continuar. Y a veces me detendré para preguntarme si está bien y otras, sólo diré que si. Y a veces quizás te extrañe, otras te olvide. Y a veces quizás te llame y luego no responderé. Y a veces lloraré, pero generalmente, voy a sonreír. Y a veces quizás te traiga a mi mente en fotos y después las quemaré. Y a veces cuando esté feliz te cuente y otras ni te enterarás. Y si a veces te doy la espalda, no pienses que te abandoné, sólo estoy recordando cuánto valgo y a dónde debía ir, cómo quiero seguir y qué necesito para vivir. A veces sólo estoy dándome un abrazo, amándome...

Tantas caídas, tantos tropiezos. Sos fuerte, lo se. Y te duele, te frustra, te deja sin ánimos, pero sigue adelante, nada está perdido. ¿Cómo se hace? ¿Cómo se empieza a buscar si todas las puertas se cierran? Sonríe, aunque cueste. Intenta. No tengo fuerzas ya. Camina hacia algún lado desconocido que pueda convertirse en un lugar de paz. ¿Queda al norte? Quizás está dentro tuyo. Lo dudo, ya hubiese ido. ¿Quieres venir conmigo? En otro momento diría que si, pero ahora no lo s e, quiero dormir. Despierta, eres grande y puedes mucho más. Me siento tan pequeño en este mundo, insignificante incluso. No, no lo permito. Eres valioso y único. ¿Cuánto valgo? Tu alma es más que el oro. Tengo ganas de llorar. Eso no tiene sentido, afuera está lloviendo. ¿Quieres sonreír, aunque sea una mueca? ¿Saldrá el sol así? Dejarás de tener frío. ¿Cuándo terminará todo esto? El día que mires por la ventana. Quizás mañana. ¿Por qué no hoy? Porque no creo ser capaz. Claro que lo eres, dame l...

No está aquí ni allá, quizás no esté siquiera donde imagino. Se que se encuentra en un lugar donde no todos tienen permitido entrar, donde me gustaría estar también, pero simplemente no lo se. Nose cómo llegar y mucho menos cómo quedarme. Busco respuestas a preguntas que ni siquiera se formular. Y en ese momento en el que escribo, comienzo de nuevo, de cero...desde algún lugar. Camino por un laberinto de palabras que a penas conozco su significado e invento un enigma que algú n día podré resolver. Y cuánto más adentro me encuentro, me veo a mi misma, suspendida desde arriba, queriendo descubrir el acertijo. Entonces vuelvo donde estaba y le pregunto al cielo, si las respuestas son el significado que busco para ingresar a un mundo desconocido al cual siempre anhelé, sin saber porque. Pero cuando estaba a punto de descubrir la respuesta, de pronto volvieron a cambiar todas las preguntas, y me encuentro de nuevo sentada, mirando...Algún día lo sabré!

Tiene esa habilidad de incendiarme y congelarme al mismo tiempo. Provoca las peores y las mejores sensaciones con hablarme o ignorarme. Puede subirme o bajarme de la estrella a su antojo, en el momento que desea. Es el culpable de todos mis cambios repentinos de humor que con suerte a veces puedo controlar. Piensa que no es mi dueño, y tiene razón. No lo es. Pero en algún punto de estos malditos sentimientos en los que convergen mi ira y mi aprecio, lo hago responsable...Y se lo merece, no porque sea un premio, sino porque es imposible esquivar una flecha cuando estas ciego.

La vida es dura pequeña, no creas todo lo que dicen sobre castillos, duendes y príncipes azules. Quiero enseñarte algo... ¡Sigueme! Y en ese momento en que su manito agarró la mia, me di cuenta que las ilusiones no deberían perderse, deberían cumplirse. Caminamos un largo rato, creando historias, soñando... Ver en su rostro la felicidad innata de alguien que no conoce maldad, no conoce el sufrimiento, que vive en un momento en que todo es realidad, no existe la mentira, no ha y malas personas a su alrededor...Ese rostro que me mira ansioso esperando que le muestre cómo es el mundo hoy, me recuerda en el reflejo de sus ojos, que en algun momento fui niña y también creí historias increíbles. Justo en ese lugar, su risa contagiosa, me enseñó que no hay bien más preciado que la inocencia en la que se vive cuando tenes a penas unos pocos años de edad. Y justo cuando terminábamos el recorrido... Me di cuenta que mi pequeña princesa me enseñó mucho más de la vida de lo que y...

Vivía huyendo del día, del sol, del compromiso que se asomaba con ese renacer. Despierta! Abre los ojos.. Que hoy es hoy y ya nada puedes hacer. Camina como lo haces normalmente, no te persigas, no corras, nadie viene. Sigue adelante, no temas ni te refugies en una sombra que con el tiempo se desvanece. Respira, no juegues con el miedo, entiende que la fuerza que necesitas, no está allá adentro. Sonríe, disimula, que el atardecer está apareciendo, ya no falta mucho para encontrarte de nuevo. Y en ese momento, cuando la noche aparece, él seguía huyendo... Pero ésta vez, de su propio sueño.

Patinar te enseña que un golpe no duele tanto, te enseña a levantarte y seguir, intentar las veces que sea necesario hasta conseguirlo... Te enseña a conocerte por dentro, a reconocer lugares. Patinar te enseña cuándo y cómo vas a caer. Patinar es volar con el alma, es no querer bajar nunca las alas. Patinar es amor y pasión que no se puede explicar, se tiene que sentir. Nadie que ha tocado el cielo, quiere volver a tierra firme.

Y cuando sonríes ahogas mis dudas, disipas mis males, cubres mi alma y me echas a andar en una carretera sin rumbo, proteges mi ser, alivias mis penas, diriges mi camino, posees mi alma y dejo q juegues con cada sentimiento a tu manera, me das paz, me elevas a ese cielo del que oí hablar, me transportas a tu alma, me regalas cada instante de tu felicidad y reavivas el instinto mas salvaje que nace y muere en nuestros labios. Desearía no borrarte esa sonrisa que me da la vida que necesito, pero estoy acostumbrado a la soledad y nose cómo seguir tus pasos, Firmes y decididos. Enseñame y no me sueltes la mano cuando tropiece. Necesito esa luz, está muy oscuro por aquí aunque yo me acostumbre a ver en color negro; Fue cuando tu luz dio en mis ojos cuando comprendi q ya nada iba a volver a estar igual, cuando me di cuenta q no quiero perderte, con simples palabras inundaste la sequía que agobia mis dias, eres lo que no quiero dejar ir, lo q me fortalece por las mañanas, tu ...

Nunca había llegado tan lejos sin ir a ningún sitio. Estuve en contra de... Y me acordé de mi. Soy difícil de llevar y probablemente yo misma no llevaría a espaldas la carga que supone quererme. Por eso no te cupo ni me culpo por no querer caminar más. En definitiva, ya estoy en el lugar donde quería, encontré lo que muchos decían y yo no entendía... La felicidad!